domingo, 9 de octubre de 2011

Polvo Enamorado

Sin pretenderlo,
el más equívoco roce de tu piel
extrañamente energizada
con la mía, me estremece
(los vellos se erizan, 
venzo los nervios mordiendo mis labios,
cruzo los dedos en los ojos...)
hasta caer deshecho en polvo.

Entonces, si no me querías,
llega el viento a levantarme 
y me respiras. 
SERGIO TÉLLEZ-PON 

No hay comentarios:

Publicar un comentario