Im the Typical Blonde Girl :D
A blonde girl always knows more than 10 ordinary girls
martes, 16 de julio de 2013
AMOR
lunes, 26 de noviembre de 2012
La diferencia
Ella ama tus ojos y tus manías.
Yo amo tus defectos y locuras.
Ella ama de ti lo que la sociedad permite: tu cuerpo y tu talento.
Yo lo que profeso de ti es tu alma libre, la supuesta rebeldía que envenena tus alegrías y las enloquece haciéndote reventar los timpanos ajenos.
Ella se arrodilla ante ti y te entrega su fuerza. Se rinde.
Yo te hago sufrir de vez en cuando para comprobar cuan fuerte eres y me encanta hacerte rabiar y temerle a tu lujuria.
Ella ama de ti tus sentimientos puros y tu bondad.
Yo amo de ti tu coraje y la crueldad que no perdona a ningún humano si abusa del ajeno.
Ella ama de ti la curva más notoria, tu cintura.
Yo amo de ti la curva más recóndita...
Ella ama de ti a al mejor hombre que podría desear.
Mas no a la que podría amar como necesita.
Ella te puede amar tiernamente... Eternamente.
Yo no. Yo te amo ahora y mientras pueda.
Yo te amo como se amar y no como tal vez quisieras.
Pero te amo profundamente y te entrego mi hoy.
Mi mañana es injurable.
Mi pasado entrañable.
Si lo tomas sabes que no es una promesa eterna. Una ilusión.
Mi amor es autenticidad y fugaz. Es ahora o nunca. Es simple
Ella ama de ti tu sonrisa.
Yo amo de ti la furia que expresa tu piel cuando me amas.
domingo, 11 de noviembre de 2012
Fingiré que fingimos todo el tiempo
¡Estoy feliz! te lo juro, ¿por qué no habría de ser así?
Mira mi sonrisa, ignora las lágrimas que están en mi mejillas.
El día ha estado nublado, lo que ves son gotas de lluvia, pero no creas que el cielo lloro por ti.
¡Mira lo feliz que soy! envidia mi alegría, mientras yo envidio tu indiferencia.
Ignora mi soledad, mientras yo olvido tus caricias. Envidia mi risa, mientras yo olvido tus chistes malos.
Recuerda tus mentiras, mientras yo envidio tu cinismo.
Sigue caminando, sigamos en el mismo camino.
Finge que no me conoces, que no me conociste, que no me conocerás...
Finge que nunca tuviste que olvidarme y te prometo que yo fingiré que no te quiero recordar.
Mienteme como lo hiciste siempre, finge que no era la única rosa de tu rosal, y yo te juro que fingiré que nunca me espinaron las demás.
Finge que no te burlaste de mi, que me amaste sólo un poco y que estuve en tu mente todo el tiempo; y te aseguro que fingiré que no eras el único en mi corazón.
Finjamos que todo fue mentira, que las noches las ocupamos sólo en sueños y la mañana en risas.
Fingiré que ya no estás aquí, que ya no te veo, que ya no te escucho, que ya no existes en mis pensamientos.
Estaré bien, después de que finjamos todo lo que siempre debimos haber fingido desde un principio.
*No. No es para ti. A ti te ame, a él lo odio todavía.
Mira mi sonrisa, ignora las lágrimas que están en mi mejillas.
El día ha estado nublado, lo que ves son gotas de lluvia, pero no creas que el cielo lloro por ti.
¡Mira lo feliz que soy! envidia mi alegría, mientras yo envidio tu indiferencia.
Ignora mi soledad, mientras yo olvido tus caricias. Envidia mi risa, mientras yo olvido tus chistes malos.
Recuerda tus mentiras, mientras yo envidio tu cinismo.
Sigue caminando, sigamos en el mismo camino.
Finge que no me conoces, que no me conociste, que no me conocerás...
Finge que nunca tuviste que olvidarme y te prometo que yo fingiré que no te quiero recordar.
Mienteme como lo hiciste siempre, finge que no era la única rosa de tu rosal, y yo te juro que fingiré que nunca me espinaron las demás.
Finge que no te burlaste de mi, que me amaste sólo un poco y que estuve en tu mente todo el tiempo; y te aseguro que fingiré que no eras el único en mi corazón.
Finjamos que todo fue mentira, que las noches las ocupamos sólo en sueños y la mañana en risas.
Fingiré que ya no estás aquí, que ya no te veo, que ya no te escucho, que ya no existes en mis pensamientos.
Estaré bien, después de que finjamos todo lo que siempre debimos haber fingido desde un principio.
*No. No es para ti. A ti te ame, a él lo odio todavía.
lunes, 24 de septiembre de 2012
Regrese
Por mucho tiempo me robaste la inspiración, hacia mucho que no escribía nada, porque aunque suene tonto, estaba enamorada, era más feliz de lo que alguna vez había sido en la vida, era un poco más feliz que ahora. Y la felicidad es algo que yo no puedo escribir, es algo que simplemente emanaba de mi. Pero ahora, sólo por un tiempo corto, regresó la lucha; un poco de tristeza, cosa que no te la voy a negar. Y para mi, sólo existen 2 formas de sacar la tristeza: una es mediante las lágrimas, y otra es con éstas cuantas letras.
Resulta entonces trágico, que sólo pueda escribir lo que debe ser y no lo que es, pues la única forma de cambiar el final de la historia es volviéndola a escribir.
Marie
lunes, 6 de agosto de 2012
Perdida
No sé por qué había escogido esa dirección ¿había un camino? ¿Qué carajo
hacia ahí? No sé, o simplemente no quiero darme cuenta. Estaba perdida aunque
supiera cómo se llamaba el lugar y la estación donde estaba parada.
El reloj se encuentra descompuesto, marcaba una hora que no coincidía con
los últimos rayos del sol que había visto antes de entrar en el subterráneo.
Pero, a quien le importaba realmente qué hora era justo en ese momento; y, cómo
podía perderme si no me importaba donde estaba. En mi mente sólo tratada de
retardar lo que tenía planeado.
Recordaba que era más o menos medio día, los vagones siempre estaban llenos
a esa hora, los primeros 3 eran exclusivamente para damas y resultaba
verdaderamente un reto subirte a empujones entre un montón de viejas gordas.
Me hice a un lado. No quería estorbar más, no quería seguir siendo un
estorbo incluso en los últimos minutos de mi vida.
Nadie me notaba, nadie se da cuenta de nada.
¿Por qué se amontonaban todos enfrente de la puerta? ¿Por qué no dejaban
salir antes de entrar? ¿Por qué se empeñaban en subir precisamente a ese vagón
a base de empujones? ¿Y por qué el jodido policía no hacía nada?
Por qué no sólo se largaban de ahí y me dejaban terminar con todo esto, con
esta monotonía, con la soledad, la simplicidad de la vida el olvido de los
demás.
Y si, seguía perdida aunque supiera donde estaba parada, aunque supiera el
camino de regreso. Porque todos ellos también lo estaban conmigo.
Diariamente viajan miles de personas en metro, hay cientos de trenes
funcionando, somos almas que sólo por un pequeñísimo momento de nuestras vidas
estamos conectadas en uno de esos diminutos vagones.
La estación comenzó a vaciarse, ya habían pasado un par de trenes y la gente
que seguía esperando era muy poca.
Era el momento indicado, era el lugar perfecto.
Me aleje de todos, de todos. Trate de alejarme de mí.
Contuve la respiración y fije mis ojos directamente a las vías, al carbón y
la madera negra. Nunca antes me había sentido tan segura de algo, tan segura de
saltar en cuanto se aproximara el tren, de caer, romperme y sentirme frágil
como el cristal, dejar de fingir fortaleza donde no la hay.
La seguridad de que todo terminaría en un segundo, que el tren me hiciera
pedazos y mi sangre quedara esparcida indeleblemente sobre las vías.
Por un momento cerré los ojos, tratando de imaginar que se sentiría, cuál sería
la última sensación que tendría mi cuerpo, por donde saldría mi alma.
Por otro lado, también imagine lo que pasaría después; no a mí, porque
evidentemente estaría muerta. Eso ya no importaba. ¿Qué pasaría entonces con el
conductor del tren?, la policía, los médicos forenses, la prensa. Yo terminaría
siendo únicamente otra adolescente desquiciada y estúpida que se tiró a las vías
del tren, dándole así más trabajo a la gente que limpiara mis restos; me maldecirán
un par de veces por haber retrasado los estúpidos caminos de los ciudadanos,
por quitarles su tiempo, por llenar de horror los ojos de quienes vieran mis
viseras por doquier. Pero sólo eso, no recibiría nada más que insultos,
maldiciones y quizá un poco de compasión. Al otro día, seguramente me ganaría
un lugar en la nota roja, la prensa me mencionaría ocasionalmente,
luego...¡bah! luego simplemente me olvidarían una vez más. La gente seguiría
viajando por metro, tomarían el mismo vagón, el mismo camino, la misma estación
y el conductor seguramente conservaría su empleo. Todos volverían a su misma
vida patética y sin sentido. Si todos, menos yo.
Y fue en ese pequeño instante donde mis pies pisaban la línea amarilla de precaución
y vi aproximarse muy a lo lejos al tren, cuando de pronto, el suicidio perfecto
se terminó, se fue. Por qué entonces ahora, en ese preciso momento, nunca antes
había estado tan cerca del borde, nunca antes había cruzado la línea de la
vida. Siempre había respetado las normas, las indicaciones...¿siempre?
Y me dieron ganas de hacer cosas estúpidas, romper las reglas, lanzar basura
a las vías, escupir en una esquina, empujar a una anciana. Todo era posible.
Retrocedí al tiempo que el tren se paró en la estación, el mismo que me arrollaría,
el mismo que no me llevaría de vuelta a casa esa tarde.
Descubrí entonces que sólo...estaba perdida.
Sonreí, porque estaba feliz, porque nunca antes me habían dado tantas ganas
de tomar la dirección equivocada, de perderme muchas veces por todas las líneas
y estaciones habidas y por haber y por las cuales yo no había viajado, de
regresar tarde a casa, de llegar tarde a una cita porque el tren se averió, de
que robaran mi bolso o que me manosearan, de comprar cualquier porquería de
diez pesos, de tener sexo casual en el vagón, de que me faltara el aire y saber
que al salir de ahí, volvería a respirar...
Tenía ganas de perderme de verdad, que mi cuerpo no supiera a donde ir, que
no hubiera una maldita dirección, que no tuviera que tomar siempre el mismo
camino, que los mapas desaparecieran, sólo quería saber dónde estaba yo misma,
que alguien me encontrara...que alguien...que alguien....
No sé. Las puertas del vagón se abrieron.
Hace mucho que no la veía, hace mucho que no conversábamos
-Mamá
-Hija ¿qué haces aquí?
-Esperando
-¿Qué?
-¿Quieres dar una vuelta?
-¿Dónde quieres que vayamos?
-Eso ya no importa...
Únicamente, tal vez, sólo, hacía falta estar perdida para que alguien te
encontrara.
Marie
viernes, 16 de marzo de 2012
Yo lo mate
No se lo vayas a decir a nadie...
pero lo volví a ver, lo volví a hacer
y no pude detenerme esta vez.
Fui tan débil pero tan cruel con él.
Se escuchó tan bajo pero tan claro,
fue una suerte que el vecino no estuviera ahí.
Me invitó, porque todavía habían gritos que él tenia que dar
Él tenia razón...él tenia razón.
Pero te prometo que no lo volveré a hacer.
Y me dijo: ¡Detente! no lo hagas, aleja eso de mi.
Tranquilo, no te dolerá más de lo que me dolió a mi
tratare de ser rápida. Rápido, tan rápido y simple como tú
sólo es un corte corto.
Acerque el cuchillo. No tenia salida
¡ha! mira sus ojitos asustados.
Él no creyó que fuera capaz
¡Lo hice, lo hice! y no me podía detener...
Se lo clave directo al corazón, no merecía latir
¡Sangre, mucha sangre!
Luego fui directo al cuello. Rápido.
Le saque los ojos, no volverá a mentirme con ellos otra vez.
Fue la ultima vez que me miró y la ultima vez que lo escuche.
Calló...está dormidito, ya no grita, ya no hace ruido,
ahora duerme...uno, dos, tres...
murió, murió, ¡ murió!
Me mire, una sonrisa en mi rostro
pero mis manos estaban llenas de sangre,
todo mi cuerpo estaba manchado
¿qué he hecho? ¿qué hice?
Lo seguí cortando, la sangre brota y brota
y lo corto y lo corto, y lo sigo cortando
que salpique todo, que no se vea otro color.
Sólo quiero que derrame en sangre
lo que yo le he llorado en lagrimas,
pero no es suficiente !nunca lo será!
lo pico, lo pico, pero no es suficiente.
¿Y qué fue lo que pasó?
de dónde ha salido tanta sangre...
¡No, no no!
De mi corazón, de mi corazón...
todo fue de mi corazón.
Me estoy desangrando lentamente.
Él se fue.
Sigo sangrando, y sigo y seguiré...
Lo mate, yo lo mate... pero me fui con él.
___Marie ♥
jueves, 5 de enero de 2012
Envidia
Él esta con ella, yo lo se, él mismo me lo dijo, me lo ha confesado ayer, no con palabras ni por las cartas.
Lo vi tomado de su mano, sonriendole y acariciándola como nunca lo hará conmigo. La trata con tanta ternura y delicadeza que hasta las flores la envidian.
No hace falta llorar, indignarse, perder la cabeza, sólo la quiero envidiar un poco.
No la culpo, es bella y simpática como quizá nunca llegue a serlo para él.
Tenerlo entre mis brazos cuando tenga frió, cansarme de sus miradas y besos, despertarme con su aliento por las mañanas, ser quien lo consuele cuando este triste y ria a carcajadas por lo hermosa que es la vida.
Estuve con él un par de veces, pero admito que jamas podre estar como ella estará con él toda la vida en su corazón y no en la cama.
Marie
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